Habitación # 150 [Privado +18]

Las habitaciones en el colegio son casi todas iguales, ahi se les da algo de libertad a los alumnos hasta que se convierten en esclavos que se graduan y se mudan al cuartel.

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Sí... me había portado bastante mal, e incluso contestado a muchos de los profesores que estaban tratando de darme una lección, no podía controlarme, todo es tan absurdo en este estupido colegio, hay reglas por donde quiera que miro, pff que aburrimiento... encerrarme en la habitación realmente es un muy buen castigo para mí...

Avenzé lentamente hasta recostarme sobre la cama, quizá dentrode un rato vendría uno de esos horrendos y ancianos profesores a joderme la vida, a regañarme como lo habían hecho ya desde hace una semana que entré al colegio, no esperaba otra cosa más que un regaño.
Me quité el sacó del uniforme y lo lanze al suelo, cayera donde cayera, eso no importaba de mucho, al fin al cabo tendria que limpiar despues.

Pff.... que problematico es estar en un lugar como este.. hubiera preferido quedarme en algun tonto internado del extranjero donde por algunos cuantos billetes americanos podía compra mi libertad y hacer lo que quisiera... realmente.. que problematico es estar aquí...

Claro por ser Profesor, y aun mas, por pertenecer a Tacticas Especiales, me encargaron la tarea de ir a lavarle el cerebro a la chica hablar con la muchacha para intentar cambiar esa actitud tan vanidosa, egoista e insubordinada que la chica parecia tener.

-Asi que tendre que converncerla de que tiene que ser una buen soldado y bla, bla, bla...- dije en voz baja mientras daba un suspiro y me paraba frente a la puerta de la habitacion, sin muchos animos de tratar con una chiquilla rica y caprichosa -... ya que...- termine de decir para volver a dar otro suspiro y luego tocar la puerta de la habitacion de la chica.

Asi que en realidad no esperaba que me recibiera con los brazos abiertas dipuesta a cambiar asi como si nada, de seguro tendria que decir alguna que otra cosa para hacerla entrar en razon, que fastidio...

Pff... ¿y ahora? ¿quien carajos será? espero que no sea ese vegete que siempre viene a sermonearme estoy harta de él..

No le dí la más mínima importancia a quién estaba tocando la puerta en ese momento, me paré y tomé del cajón una revista que tenía guardada desde hacía ya un tiempo pornosa me acosté boca abajo y con las piernas levantadas un poco jugando con ellas mientras leía y mi boca estaba muy ocupada con un chupete que traía desde hace rato.

Esta abierto!!

Grité con algo de pesar mientras seguía entretenida leyendo lo que tenia en manos, la verdad no estaba siquiera interesada en levantarme a abrirle a aquél fastidio que se avecinaba a mí. Primero seguro me regañarían por las calcetas pff,¿a quien le interesan esas calcetas aburridas y pasadas de moda? Ok., lo admito me había puesto unas medias de red con un liguero que se notaba por abajo de la falda, esta bien iba contra las reglas pero no tenía la más mínima gana de cambiarme y así me quede, y la falda uff jaja la falda la parte divertida fué subirle la bastilla y hacerla más corta, si estaba en un colegio militar al menos conoceria alguien atractivo.

Espero que no le vaya a dar un infarto al vegete por verme así..

Al momento de escuchar el "Esta abierto" di un ultimo suspiro de desanimo por tener que tratar con una malcriada, no era exactamente el tipo de gente con la que me llevaba mejor, pero que mas daba, era mi trabajo el ir a "charlar" con ella y no podia negarme.

-Vaya lios en los que me meten los estudiantes vocones...- pensé mientras abria la puerta y escuchaba la siguiente frase que la chica pronuncio "Espero que no le vaya a dar un infarto al vegete por verme así " lo cual me causó cierta gracia, peor no lo demostre, en su lugar camine dentro de la habitacion hasta ponerme a los pies de la cama, mirandola de forma acusadora y exigente de respeto mientras alzaba una ceja y me cruzaba de brazos ladeando un poco la cabeza.

-Vaya asi que no la castigaron solamente por su actitud...- pensé mientras seguia viendola con la misma compostura seria y un poco fria.

A que vejete esperas que no le de un infarto? pregunté cinicamente de forma seca; mientras que para mis adentros cambiaba de estado de animo, de uno flojo por este "trabajito" a uno mas divertido, pero bueno esto fue solo para mis adentros, exteriormente seguia mostrando la misma compostura que muestra un profesor al estar a punto de castigar a un alumno.

¿Qué? ¿No puede ser cierto verdad? ¿Por qué un sensei tna joven ha sido enviado a controlarme?¿Será que el vegete no pudo más conmigo? No importa... igual es un sensei joven... mejor para mí, no tendrá tanta experiencia como para poder controlarme...
Pensaba mientras mi mente perversa estaba preparandome una treta, quizá una muy bien jugada...

Gomené sensei ...

Constesté con algo de cinismo, mientras me acomodaba nuevamente sobre la cama y seguía hojeando aquella revista muy interesante para mi mente puberta y perver. Cerré la revista antes de que notara la lectura de esa.

Ehm... es que siempre me envian a un militar anciano -saqué la lengua en un gesto bastante juguetón de mi parte- Y creí que al ver la falda, el liguero y las medias, seguramente le daria un infarto cerebral a causa de la sobre carga de sangre en su cerebro.

Reí nuevamente, mientras le dedicaba una completa mirada de dpies a cabeza al nuevo sensei, sin siquera disimular un poco mi interés.

Bien... supongo que vienes a castigarme o ¿no?

La respuesta cinica y despreocupada de la muchacha me dejó sin aliento; cinica, obstinada y despreocupada, era genial y muy interesante estar con alguien asi; aunque quizas en algun momento podria terminar sacandome de quisio y ganarse un castigo.

Ahora ya estaba mucho mas entretenido y divertido el asunto, como generalmente no me tocaba lidiar con chicas asi simplemente pense en seguir con mi rol del profesor que iba a castigar a su alumna.

-Bueno supongo que ya se por que dices eso del infarto, tener que lidiar con una chica mimada debe ser molesto...- dije nuevamente algo serio, y esta ultima parte en un tono un poco mas bajo, para ver que efecto podria causar en la actitud de la chica, bueno si es que era posinle.

-Ademas un castigo comun no seria suficiente para ti... cierto? dije esto ultimo con un toque mas relajado y atrevido, pero sin esperar mucho a cambio.

Puedes apostar que no será suficiente para mí ...

Reí nuevamente cínica, mientras me paraba y me sentaba sobre la cama, justo enfrente de él, trataba de no pensar cosas raras, pero ¡qué demonios! estaba sola, en la habitación, sobre la cama y con el sensei más atractivo que había visto en mi vida, lo miré de abajo hacia arriba, deteniendome justo en sus ojos. Me sonrrojé un poco y desvié la mirada hacia la puerta, tenía ganas de correr y cerrar el seguro para poder tener más "privacidad" con él, pero me contuve y solo cruze las piernas, enseñando un poco más el liguero bajo mi falda.
No me importaba lo que pensaran, pues el sensei estaba bastante lindo y me gustaba así que no perdería la oportunidad.

Uhm... ¿se le ocurre otra forma de castigarme sensei?

Reí nuevamente pero esta vez un poco más tímida, mientras metía una paleta de dulce dentro de mi boca, quizá mi inexperiencia con los hombres, resaltaría aquí mismo y el sensei solo se iría dejandome sola por sobrepasarme, pero tenía que arriesgarme, era todo o nada en ese mismo momento.

Notaba la picardia que la muchacha imprimia en sus palabras, y su forma inocente pero a la vez atrevida de comportarse; era raro que alguien le volteara el juego, aunque sea un poco.

-No se si sentirme alagado o acosado- pense mientras sonreia para mis adentros, pues en realidad aquella forma de actuar de la muchacha y la forma en que me miraba indiscretamente me gustaba.

-Quizas te até a la cama y te obligue a hacer cosas sucias...- dije en tono burlon, pero en el fondo una parte de mi realmente queria hacer eso... bueno eso y mucho mas -....a lo mejor eso si me da resultados, no como al otro "vejete"- dije arremedandola a proposito, el juego de indirectas y cinismo d ela muchacha era bueno, o seria una buena agente de Tacticas Especialez, o simplemente su rebeldia no conocia fronteras, bueno cuando menos no impuestas por otros; pero yo seria diferente.

Y mostre una risa un tanto retadora y cinica a la vez, tratando de ver que tan lejos era capas de llegar aquella chica, aunque ya tenia la idea de a donde querria llegar, aunque por asi decirlo, se lo pondria dificil.

¿En verdad? era obviamente una insinuación hacia mí, no dude en pararme obviamente era más baja de estatura que él, pero mis labios daban justamente en su cuello, por lo que exhalé sobre su cuello para tratar de provocarlo, que más daba dudo la verdad que me rechaze él ya dió el primer paso...

Uhm.. ¿y no tiene prohibido hacer eso con sus alumnas sensei?

Sonreí de lado, mientras pegaba mis labios al cuello del sensei, esa sutil colonia que usaba, apenas y cubria un poco el aroma varonil que desprendía, debo admitir que me excite y mi entrepierna empezaba a sentirse humeda y caliente, tan cerca del sensei peliblanco me hacia pensar demasiadas cosas perversas, y al parecer mi cuerpo estaba reaccionando rapidamente al contacto con él. No lo podia evitar sentía ya demasiado calor y solté el primer botón de mi blusa, no para insinuarme sino para liberar un poco del calor que sentía.

Sonrei al ver la reaccion de la muchacha, algo realmente fuera de contexto a lo que esperaba, pensé que me contestaria alguna cosa sobre acusarme y hacer que me expulsaran, pero vaya su reaccion fue otra.

-Si hago cualquier cosa con una estudiante me metere en problemas seguramente...- pense para mis adentros; al momento que echaba un poco la espalda hacia atras, haciendo que se inclinara un poco, para pder verle el rostro a la chica que quedaba a la altura de mi cuello, el cual habia besado sin previo aviso, le sonrei de forma un poco confianzuda y algo picara, a la vez que mostraba alguna clase de reto tratar de no proseguir con esa futura accion por parte mia.

Y desde cuando te importan las reglas? pregunte de forma un poco sarcastica, denotando que yo tambien queria hacer aquello que le habia dicho hace solo unos instantes; note como la chica comenzaba a mostrar los claros sintomas de que estaba comenzando a excitarse, no la podia dejar asi, pero aun mi consciencia profesional, y parte de la moral tambien, me decian que tenia que abstenerme, algo que no creia que fuera a resistir por mucho.

Sensei... Miku Hatsune desou ...

Me paré de puntas y sin decir nada más me presenté antes él, lo abrazé por el cuello y me deje caer sobre la cama abrazandolo fuerte para que cayera encima de mí, deseaba realmente aquello por parte de él, mi cuerpo reaccionaba erizandose por completo al sentirlo encima, levanté la vista y lo miré directamente a esos hermoso ojos que tenía. ¿Qué estaba pasandome? En verdad nunca me había sentido así, quiza era enamoramiento a primera vista o quizá solo la calentura de momento, no importo mucho, despues de todo pareciera que él también deseaba que sucediera.

No me detendré ...

Susurré en el oído ajeno mientras regresaba mi rostro para verlo directamente y comenzar a besarlo apasionadamente; mis manos traviezas comenzaban a recorrer la espalda del sensei, y despues las metí bajo el uniforme. Mi cuerpo comenzaba a pedir a gritos que queria pertenecerle por completo.

No era que me pusiera nervioso por el beso o por lo que evidentemente estaria a punto de ocurrir, sino por las concecuencias que esto podra atraer, aunque no le di gran importancia a aquel pensamienta; era superado por el deseo y la pasion que esta chica que hasta hace un momento concideraba mimada y caprichosa... pero todo habia cambia de contexto.

Al diablo con las reglas... pense durante una fraccion de segundo, y acto seguido continue besando a la chica con pasion, pero la pasion parecia de aquel beso parecia no ser suficiente... el calor tambien se me iba subiendo a mi, demasiado rapido; y al momento que sentia sus manos entrar a mi espalda yo la besaba con mas fuerza mientras que con una mano me apoyaba para no caerle encima, con la otra me iba desabotonando el chaleco blanco.

No esperaba que lo hicieras... dije yo tambien en un leve susurro interrumpiendo aquello durante solo unas fracciones de segundo y despues continue besandola de la misma manera, como si fuera a comermela, empezando por la boca.

¿Qué pasaba por mi mente? ¿Cual es el significado de esta extraña sensación? Estoy enamorandome...
Los besos de Hibari sensei iban cada vez acalorando mi cuerpo, enredé mis piernas sobre su cadera, indiscutiblemente la falda se había levantado completamente, sonrrojandome, pero era algo que yo deseaba. La sensación de ser devorada por él, los labios su lengua, la saliva de él, era completamente embriagante para mí, estaba embriagandome de amor.. sí .. lo acepto... me enamoré a primera vista... no importa si no nos conociamos del todo, el tiempo que pase con él lo decidirá por completo... ahora solo me dejaré llevar y lo amaré sin detenerme ...
Desabotóne su saco lentamente tomandome mi tiempo mientras lo besaba, hasta dejarlo completamente abierto, despues sutilmente jugue con mis dedos bajo su camisa soltando juguetonamente de igual forma lenta los botones.
Deseaba esto e iba a tomarme mi tiempo para tener así mucho más horas con él.

-Sensei... hazme el amor ...

Susurré suavamente sobre su oído y despues lamí el lobulo de su oreja, para parasr nuevamente a sus albios y besarlo apasionadamente.

No esperaba una respuesta distinta, el afecto que sentia por ella crecio de golpe, como si de la nada esta chica se hubiera metido y centralizado en mi vida forsozamente.

Esas palabras me habia hecho desearla y quererla aun mas, no estaba seguro del extraño sentimiento que me aboradaba, seguramente ella tampoco estaba del todo segura; pero se sentia tan bien que no le podia poner peros.

-Me habre enamorado?- pense mientras sentia como se desabotonaba el ultimo boton del chaleco y acto seguido termine de quitarmelo sin despegarme de ella para despues lanzarlo por algun lado.

Con la mano que tenia libre recorri su mejilla izquierda, luego baje al cuello y descendi levemente hasta casi llegar al pecho, a donde estaba el siguiente boton de su blusa, y comenze a desabrocharlo lentamente...

Apenas un pequeño jadeo escapó de mis labios al sentir que abria lentamente el primer boton, lo miré directamente a los ojos bastante sonrojada, seguí jugando con mis manos sobre su pecho y terminé desabotonando la camisa entera y la quite lentamente, baje un poco la mirada para observar su bien formado pecho, no puede evitar dejar escapar otro suave pero a la vez dulce gemido de entre mis labios. No sabía muy bien como dejarme llevar así que le ayudé desabotonando mi blusa por completo, hasta dejar que se viera el sujetador de color blanco que usaba bajo el uniforme.
La habitación comenzaba a quedar a oscuras, sin duda el sol comenzaba a meterse, entonces...

-El cielo comienza a dar un mejor espectaculo para nosotros ...

Le susurré al oído mientras desviaba la mirada hacia afuera, daba la vista compleeta del mar. y la luna comenzaba a asomarse con unas cuantas estrellas, entonces.. devolvi mi mirada a él y lamí sus labios, e inmediatamente después comenzé a besarlo intensamente.

Sonrei aun besandola por el comentario que habia hecho, tambien sentí como se desabrochaba el ultimo boton de su blusa y dejaba al descubierto su brassier, pase mi mano izquierda por su pecho izquierdo y lo apreté levemente por un momento, se sentia suave pero firme, y eso que aun tenia el sujetador puesto.

Senti como me quitaba la camisa y me dejaba todo el torso descubierto, como sus dedos jugueteaban con mi pecho, yo queria hacer lo mismo con ella, asi que de una forma u otra termine de quitarle la blusa, para dejara solamente con el sujetador, deje su pecho izquierdo y pase la mano por debajo de su espalda, se sentia una comoda calides hay, y la detube sobre el broche del brassier y lo desabroche, al momento se sintio como este se aflojaba y dejaba los pechos de miku.

Saque la mano de su espalda sujetando para quitarselo, no tomo mas de medio segundo dejarla sin este... y lo tire por un lado de la cama al suelo.

Me separe del beso un instante para conteplarla "es hermosa" pense para mis adentros, viendole el bello y fino rostro,el cuello y los hombros delicados, el pecho suave y firme, hermosamente desarrollado.

-Ahora nos toca a nosotros dar un mejor espectaculo para el cielo...- le dije en un susurro mientras me inclinaba nuevamente para comenzar a besarle el cuello y con una mano masagear uno de sus pechos, y la otra sujetando delicadamente su muslo derecho.

Cerré los ojos y me dejé llevar por Hibari, perso los abrió súbitamente de nuevo al sentir su torso desnudo, y aun más el ser tocada por el, mis senos se erizaban con apenas el rozar de sus dedos, pero no solo sus dedos acariciaban ahora mi cuerpo, si no su mano completa, lo apretaba y lo estrujaba apasionadamente pero con el sumo cuidado y la ternura suficiente para demostrar que los deseos de él eran los de hacereme el amor y no de lastimarme.

Ah~

Me hacía gemir, sus caricias, su cuerpo sobre el mío, erizaban mi piel y hacian que mi intimidad se humedeciara y comenzara a sentirse tibia, separé mi pierna derecha para dejarlo acomodarse entre mis piernas, estaba ruborizada, y jadeando tan solo un poco, suavemente sobre su oído tratando de provocar en el aun más reacciones, mi mano se deslizaba hasta su entrepierna y la acaricié por encima de la ropa, sonrojandome pero sin desviarle la mirada de los ojos, pues era como si estuviese pidiendole que continuara.

Cada beso de Hibari me embriaga más, y obviamente mi cuerpo pedía más de él, lo abrazé fuerte y lamí sus labios, para depsues hacer el beso intenso introduciendo mi lengua dentro de la boca de Hibari. Separé un poco mis piernas dandole a entender que estaba completamente lista para entregarme a él. Era la primera vez que compartía mi cama con un hombre, pero estaba dispues a hacerlo con él, me sentía como si estuviese enamorando lentamente de él, apasionandome y volciendome loca gradualmente.

Sensei... hazme tuya ...

Gemía lentamente al sentir como su dedo invadía mi intimidad, jugueteaba con mi clítoris y eso me sonrojaba, me hacía ponerme más humeda. Mi mano que jugaba en su entrepierna terminó bajando el cierre y desabotonando el pantalon y bajandolo junto con el boxer, dejandolo desnudo de la cintura hacia abajo, mi manó solo continuó acariciando con más pasión, y mis labios no dejaban de besarlo.

Sí... lo admito... estaba profundamente perdida entre las caricias de Hibari sobre mi cuerpo, la intensidad con la que sus manos y sus labios recorrían mi cuerpo me encendía por dentro, deseando cada vez más... cada vez más inteso... cada vez más fuerte latía mi corazón, no me importaba hasta donde llegara él, solo quería que se apoderara de mi cuerpo y lo reclamara como suyo.

Sus labios bajaban más, pasando por en medio de mis senos, pasando por mi vientre que ardía internamente con deseo, mi cuerpo se estremeció por completo cuando sus labios llegaron hasta mi intimidad, la cual besaba con pasión, y jugueteaba con su lengua sobre mi clitoris, penetrando suavemente mi sexo que ahora era súbitamente débil a su lengua.

Una de sus manos comenzaba a recorrer mi cuerpo hacia arriba nuevamente, tocando mi rostro, acariciandolo con ternura y pasión a la vez, volteé mi rostro y con una de mis manos tomé la suya para restregarla contra mi rostro, y sentir su tibieza, después tomé uno de sus dedos y le dí una larga lamida y un beso al final, entrelazé mi mano con la suya por medio de los dedos, y mi otra mano libre iba hasta uno de mis senos, acariciando el pezón suavemente, solo excitandome cada vez más, y notando que l ahumedad de la lengua de Hibari sobre mi vagina me provocaba a mí más humedad interna. Abrí un poco más mis piernas para darle libertad al profesor de que hiciera conmigo lo que él deseara, ya no iba a detenerlo por nada, al contrario solo deseaba sentirlo dentro de mí y unirme en uno solo con él.

Mi cuerpo ya no aguantaba, sentía como si estuviera a punto de explotar en un extasis de placer, estaba enamorandome... no... estaba enamorada completamente de Hibari, mi cuerpo reaccionaba provocando muchas sensaciones sobre mi cuerpo, me hacia jadear, gemir y una que otra vez dejaba escapar un leve grito de placer, estaba drogada... ¿mi droga? mi droga es él.

En mi cabeza solo estaba el pensamiento de pertenercerle, cerré los ojos apretandolos fuerte mientras me retorcia apenas levemente, sintiendo su lengua apoderarse de mi sexo, el cual sentía arder intensamente en placer, se humedecia constantemente, por causa de Hibari, llevé mis manos hasta la sábana para rasguñarla y halarla levemente; mientras, mi cuerpo no lo soportó más y tuve el primer orgasmo de la noche dejandome sonrrojada y ahogandome entre gemidos, los cuales traté de acallar mordiendo mi labio inferior con algo de fuerza, pero era inevitable no dejarlos escapar, era un placer inexplicable y mi corazón latía con fuerza.

Ahh.. Hibari...

Apenas unas palabras salieron de mi boca, centrandose en llamarlo por su nombre, mientras mis manos seguian apretando y estrujando las sabanas con algo de fuerza pero a la vez con pasión. Mi rostro denotaba ternura, sonrrojo y pasión de igual forma, pues era obviamente la primera vez que un hombre estaba en mi cama, y en ese momento deseaba que fuera el unico en toda mi vida.

Las mariposas por mi vientre revoloteaban por completo por todo mi cuerpo, ansiosa de ser penetrada por Hibari, mi sexo se sentía bastante humedo, pero él subía nuevamente y comenzaba a besarme con esa ternura que empezaba a volverme loca, una ternura que me prometia el mundo entero.
Cerré los ojos contestando el beso apasionado, enrredando mi lengua con la suya, su miembro se acercaba a mi entrepierna, necesitaba entregarme a él mi cuerpo lo pedía a gritos, mi piel se erizaba, y mis ojos se centraban en los ojos de él, como si estuviesen pidiendo que me penetrara.

Estoy.. enamorada de tí...

Susurré en voz baja sonrrojada mientras acomodaba mis piernas alrededor de su cadera dejando mis pies recargados ligeramente sobre su espalda, sentía las embestidas, dulces, con ternura pero sin llegar a perder ni un poco la pasión que sentía, el dolor pasó rapido mientras mi intimidad se iba a costumbrando al mienbro de él.